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ATRAS

(16 capítulos)

3 Juan

Pido a Dios que en todo te vaya bien


1 El Presbítero al querido Gayo, a quien amo en la Verdad.

2 Querido, pido a Dios que en todo te vaya bien y goces de buena salud, tanto corporal como espiritual. 3 Me alegré mucho cuando llegaron algunos hermanos que daban testimonio de tu fidelidad a la verdad, porque efectivamente vives de acuerdo con ella. 4 No hay para mí mayor alegría que oír que mis hijos viven de acuerdo con la verdad.


1-4: La Carta se escribe siguiendo el modelo de las cartas privadas de la correspondencia griega. Como en 2 Juan, se distinguen dos partes: el encabezamiento (vv 1-2) y su proemio (vv 3-4). Quien escribe se identifica como el «Presbítero» o el más anciano (nota a 2 Jn 1-6). El destinatario, a diferencia de las dos Cartas anteriores, es un personaje concreto, Gayo, quien acoge en su casa a la comunidad cristiana y apoya a los misioneros que están de paso. Gayo aparece nombrado cuatro veces en el Nuevo Testamento (Hch 19,29; 20,4; Rom 16,23; 1 Cor 1,14), pero no sabemos si se trata siempre del mismo ni tenemos más datos de él. El Presbítero se alegra por las noticias que le llegan de la fidelidad de Gayo a Cristo. El gozo del misionero es porque sus misionados no dejan de vivir en la Verdad, que es Cristo en cuanto acontecimiento histórico de revelación y salvación que ciertamente conduce a la comunión con Dios.


1: 2 Jn 1 / 3: 1 Jn 3,19; 2 Jn 4 / 4: 1 Cor 4,15; Gál 4,19; Flm 10


Haces bien en ayudarles a proseguir su viaje


5 Querido, tú obras con fidelidad en tu conducta con los hermanos, incluso con los que están de paso, 6 quienes han dado testimonio de tu amor ante la comunidad. Haces bien en ayudarles a proseguir su viaje, como Dios lo quiere, 7 ya que han salido en su Nombre sin aceptar nada de los paganos. 8 Nosotros debemos ayudar a gente como esa, para colaborar en favor de la verdad.


5-8: A diferencia de 2 Juan, que exige negar la hospitalidad a aquellos misioneros que no anuncian la fe verdadera (2 Jn 10-11), se alaba a Gayo porque ofrece hospitalidad a los misioneros que, por estar vinculados al Presbítero, autor de la Carta (3 Jn 1), pertenecen a la auténtica tradición joánica. A éstos hay que recibirlos porque anuncian la fe verdadera sin sobrepasarse de la enseñanza auténtica acerca del Hijo de Dios (2 Jn 9), «Nombre» preferido para Cristo en los escritos joánicos (3 Jn 7). Los que con generosidad anuncian el Evangelio a los paganos con igual generosidad merecen ser atendidos. Entre tantos propagandistas itinerantes motivados por el dinero, el misionero cristiano busca dar a conocer la verdad sobre el Hijo de Dios, y cuenta con la fraternidad de la comunidad que se encarga de su sustento y de sus desplazamientos, transformándose así en efectiva colaboradora de la misión (vv 6.8).


5: Rom 12,13 / 7: Mt 10,5-15 / 8: 1 Tim 5,18


No imites lo malo, sino lo bueno


9 Ya he escrito una carta a la comunidad. Pero Diótrefes, que ambiciona el primer lugar en ella, no nos recibe. 10 Por esto, cuando vaya, corregiré su conducta, porque habla mal de nosotros. Y no contento con ello, no recibe a los hermanos ni tampoco deja hacerlo a quienes quieren recibirlos, sino que los expulsa de la comunidad.

11 Querido, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace el bien es de Dios, y el que hace el mal no ha visto a Dios. 

12 En cambio, todos dan buen testimonio de Demetrio, incluso la verdad misma. Y también nosotros testimoniamos a su favor, y ya sabes que nuestro testimonio es verídico.


9-12: No sabemos exactamente si la carta que se menciona (v 9) es 2 Juan u otra. La situación de la comunidad que se reúne en la casa de Gayo no es fácil. Diótrefes, personaje desconocido en el Nuevo Testamento, busca ser el jefe de las comunidades cristianas de la zona y, entre éstas, del grupo de Gayo quien es fiel al Presbítero, dirigente que evangeliza esas comunidades (v 1). Por su ambición e intriga «habla mal de nosotros», se opone a la autoridad del Presbítero y, porque su conducta es absolutista, excluye a los misioneros que no son de su grupo (v 10). Diótrefes se convirtió en un grave peligro para la comunión intracomunitaria y la unidad de las iglesias locales. Su conducta se explica porque aún no vive en comunión con Dios ni a él pertenece (v 11). El Presbítero, en virtud de la autoridad que goza en las comunidades joánicas, reclama el derecho a ser escuchado y de amonestar a los disidentes, como lo hace, para que se conviertan. El modelo opuesto a Diótrefes es Demetrio, quizás un misionero itinerante que cuenta con el testimonio favorable del Presbítero, de su comunidad y de la misma verdad o enseñanza auténtica. Y el testimonio de dos o tres es verídico, según la Escritura (Dt 17,6). Demetrio, pues, es un auténtico discípulo misionero a diferencia de Diótrefes. Queda claro el modelo a imitar. 


11: Heb 13,7; 1 Jn 2,29; 3,9-10 / 12: Jn 19,35; 21,24


Espero verte pronto


13 Muchas cosas tendría que escribirte, pero no quiero hacerlo mediante tinta y pluma. 14 Espero verte pronto y hablaremos personalmente. 

15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los amigos, a cada uno en particular.

13-15: Esta conclusión se asemeja a la de 2 Juan, una razón más para pensar que el Presbítero es el autor de ambas Cartas. Aquí, sin embargo, se habla de amigos en lugar de hermanos (v 15), tal vez porque el Presbítero tenía especiales lazos de amistad con algunas personas concretas de la comunidad. Su deseo es la paz que proviene del Mesías, la que hace posible una vida en comunión con Dios y los demás. Como se trataba de grupos que tomaban por modelo al discípulo amado, cultivaban intensas relaciones interpersonales centrada en la comunión, por lo que se distinguían por una vida en concordia y amistad.


13-15: 2 Jn 12-13