“El sueño de Dios está tejido de los mejores sueños de todos los hombres y mujeres: la paz, la justicia, la unidad, la fraternidad, la dignidad de sus hijos… ¡No dejemos de soñar y trabajar para que estos sueños se hagan realidad!” (PGP 189)

Con esta invitación, los obispos de México, inspirados por su Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, nos convocan a vivir el Encuentro Eclesial de México:

Un espacio nacional de cercanía, diálogo y trabajo pastoral donde laicos, hombres, mujeres, miembros de la vida consagrada, obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas y personas de buena voluntad, compartiremos nuestras preocupaciones y esperanzas respecto de la situación que vivimos en nuestro país.

La Iglesia de México, en camino, quiere buscar nuevos caminos de solución a los problemas emergentes de nuestro país en el contexto de la pandemia que vivimos, través de la escucha y el discernimiento comunitario y sinodal.

Nos encontramos, inspirados por el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033

El Papa Francisco, en su visita a México en febrero de 2016, pidió al episcopado mexicano “un serio y cualificado proyecto pastoral” que respondiera con valor profético a las circunstancias que vive nuestro pueblo.

Nos encontramos, para poder ir sanando nuestras relaciones básicas como personas.

Al mirar la realidad del mundo, de México y de nuestra Iglesia, los Obispos constatan que, en el contexto del cambio de época, no solo está cambiando algo, sino que está cambiando alguien, es decir, el ser humano. Vivimos una crisis antropológico-cultural, una cultura del descarte que deriva en la negación de la primacía del ser humano y de su dignidad (cfr. PGP 20).

De ahí que el enfoque fundamental del PGP esté en “sanar las relaciones básicas de las personas” (PGP 21) pues la propuesta de Jesús al predicar el Reino, se traduce en la vida de una comunidad fraterna donde las relaciones entre las personas no están basadas en razas ni en condiciones sociales, sino en la convicción profunda de tener un Padre común.

Vivamos con alegría esta experiencia y sigamos en camino como Iglesia en México hacia el Encuentro con Jesucristo y bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe.

Nos encontramos, para escucharnos y dialogar juntos, compartiendo el sueño de ser una mejor Iglesia y un mejor país.

Al encontrarnos para dialogar, queremos compartir lo que vemos, sentimos, pensamos, soñamos, esperamos y hacemos. Mirando la realidad queremos compartir nuestras perspectivas de tal modo que, a través de un discernimiento comunitario, podamos seguir adelante asumiendo nuestra responsabilidad como Iglesia en esta etapa en la vida de las personas.