El año 2024, está dedicado enteramente a la oración. De hecho, en nuestro tiempo se hace cada vez más fuerte la necesidad de una verdadera espiritualidad, capaz de responder a los grandes interrogantes que cada día se presentan en nuestra vida, provocados también por un escenario mundial ciertamente inquieto. La crisis ecológica-económica-social agravada por la reciente pandemia; las guerras, que siembran muerte, destrucción y pobreza; la cultura de la indiferencia y del descarte, que tiende a sofocar las aspiraciones de paz y solidaridad y a marginar a Dios de la vida personal y social. Tenemos necesidad, por tanto, de que nuestra oración suba con mayor insistencia hacia el Padre, para que escuche la voz de quienes se dirigen a Él con la confianza de ser escuchados. Papa Francisco